Por: Galimberti Enzo.
Historia:
La participación de las Naciones Unidas en Haití comenzó en febrero de 1993 cuando se desplegó la operación conjunta de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Haití. En septiembre de 1993, el Consejo de Seguridad estableció la primera operación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el país: la Misión de las Naciones Unidas en Haití (UNMIH). Sin embargo, debido a la falta de cooperación de las autoridades militares haitianas, la UNMIH no pudo ser desplegada plenamente en ese momento para llevar a cabo su mandato.En julio de 1994, el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de una fuerza multinacional de 20.000 hombres para facilitar el pronto regreso de las autoridades legítimas, mantener un entorno seguro y estable en el país y promover el imperio de la ley. La fuerza multinacional fue seguida de otras misiones de las Naciones Unidas de 1994 a 2001, incluida la UNMIH que asumió sus funciones plenamente en marzo de 1995, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Haití (UNSMIH), la Misión de Transición de las Naciones Unidas en Haití (UNTMIH) y la Misión de Policía de las Naciones Unidas en Haití (MIPONUH).A lo largo de ese período se produjeron diversos acontecimientos positivos, en particular el restablecimiento de un cierto grado de democracia, con el primer traspaso de poder en condiciones de paz entre dos presidentes elegidos democráticamente; el crecimiento de una sociedad civil polifacética y su creciente participación en el desarrollo de una cultura política basada en valores democráticos. Sin embargo, también hubo contratiempos. Debido a la interrumpida crisis política y a la consiguiente falta de estabilidad, las reformas serias nunca prosperaron.
Al presentar su informe al Consejo de Seguridad el 16 de abril de 2004, el Secretario General de las Naciones Unidas celebró el Pacto que "ha unido a muchos dirigentes haitianos de distintas partes de la sociedad a fin de trazar el camino a seguir durante la transición." Dijo que, sin embargo, no todos los grandes movimientos políticos habían participado en él, como podrían haber hecho, y que todos los haitianos deberían tener, y aprovechar, la ocasión de participar significativamente en un diálogo nacional amplio.De conformidad con lo previsto en la resolución 1529 (2004) del Consejo de Seguridad y sobre la base de las conclusiones del equipo multidisciplinario de evaluación que visitó el país en marzo de 2004, el Secretario General recomendó el establecimiento de una operación de estabilización pluridimensional, que se denominará Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).
Se prorroga el mandato de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH)
En el informe sobre la situación en Haití el 18 de noviembre de 2004, poco antes de la expiración del mandato de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) el 30 de noviembre de 2004, el Secretario General describió los progresos alcanzados en el despliegue de la MINUSTAH desde que fuera establecida el 30 de abril. En vista del calendario de las elecciones, previstas para celebrarse en 2005, y con la posibilidad de transferirlo al Presidente que fuera elegido el 7 de febrero de 2006, el Secretario General recomendó al Consejo que prorrogara el mandato de la Misión por un período de 18 meses, el cual se extendería entonces hasta el 31 de mayo de 2006 e incluiría algunas modificaciones en su estructura general.
El Secretario General anunció en su informe que todavía no era el momento oportuno de realizar una revisión a fondo de la estructura general de la MINUSTAH porque el despliegue de la Misión no había concluido, los procesos políticos se encontraban todavía en las etapas iniciales y la situación en Haití seguía siendo incierta. No obstante, podrían efectuarse varias modificaciones en la actual estructura general de la Misión que le permitieran cumplir mejor su mandato en esta etapa. Por consecuente, el Secretario General propuso los siguientes ajustes: destacar en Puerto Príncipe, por un período provisional, una unidad adicional de policía compuesta por 125 agentes para prestar apoyo operacional de refuerzo a la Policía Nacional de Haití y fortalecer el dispositivo de seguridad en la capital; aplicar proyectos humanitarios con impacto inmediato incluso después del primer año de su mandato; aumentar la capacidad de la MINUSTAH para ejecutar proyectos de desarme, desmovilización y reinserción en la comunidad, y reforzar su capacidad de supervisar y evaluar el marco jurídico e institucional para el desarme, la desmovilización y la reinserción, incluido el control de las armas pequeñas y otras disposiciones jurídicas relativas a la seguridad; incorporar al componente militar una compañía de ingenieros que se encargue específicamente de reparar los caminos y puentes utilizados por el personal de la MINUSTAH en la ejecución de su mandato; realizar un modesto refuerzo del pilar de coordinación humanitaria y del desarrollo de la Misión en vista de la vulnerabilidad de Haití a los desastres naturales.
El Secretario General dijo que desde su informe provisional de 30 de agosto, la situación de seguridad en Haití se había deteriorado debido al aumento de la violencia, en particular en la capital en el mes de octubre. Hizo así un llamamiento a todos los grupos armados para que rompieran este ciclo de violencia y evitaran así poner en mayor peligro el proceso de transición. A medida que se reforzara la dotación militar y de policía de la MINUSTAH, aumentaría también su capacidad de proporcionar un entorno seguro y estable.El Secretario General apoyó los esfuerzos del Gobierno de Transición por poner fin a la violencia perpetrada por una serie de grupos armados y aprobó también el establecimiento de una oficina que se encargara de reinsertar en la sociedad a los militares desmovilizados. El informe declaraba que la restauración del orden público en todo el país se debía conseguir mediante el debido respeto de los derechos humanos básicos y el imperio de la ley. A este respecto, el Gobierno de Transición, y en particular sus estructuras de cumplimiento de la ley, debían demostrar una adhesión genuina y sistemática a los derechos humanos y los principios jurídicos cuando tomaran medidas contra los responsables de los recientes actos de violencia.
También de conformidad con el informe, la violencia que se ha vivido recientemente ha puesto de manifiesto la necesidad de una retirada efectiva de todas las armas ilícitas de las calles, incluso mediante un programa comunitario amplio de desarme, desmovilización y reinserción. La seguridad era una condición necesaria para el éxito del proceso de transición, pero no era suficiente. Sin un proceso político paralelo en el que participen todos los sectores de la sociedad no se podría lograr la paz y la seguridad sostenibles. El Secretario General alentó al Gobierno de Transición a que siguiera explorando todas las formas posibles de incluir en el proceso democrático y electoral a quienes están aún excluidos del proceso de transición pese a haber rechazado la violencia.El informe aprobó el compromiso sostenido del Gobierno de Transición de celebrar en 2005 elecciones locales, legislativas y presidenciales. Al mismo tiempo, alentó al Consejo Electoral Provisional a que permaneciera centrado en cumplir sus tareas dentro del plazo acordado. El Secretario General celebró la firma del memorando de entendimiento con la Organización de los Estados Americanos y confió en que, juntas, las organizaciones se esforzarían por ayudar con la mayor eficiencia posible a los haitianos en su proceso electoral. También agradeció la asistencia que estaban prestando la Organización Internacional de la Francofonía y otras organizaciones, organismos y donantes internacionales. El apoyo que podrían prestar los miembros de la Comunidad del Caribe al proceso electoral añadiría una dimensión significativa a la cooperación regional en Haití.El informe declaró además que un proceso político que no fuera acompañado de la creación de empleo y el desarrollo a largo plazo no podía resultar creíble para una población que llevaba tanto tiempo sumida en una extrema pobreza. La MINUSTAH seguía empeñada en movilizar recursos para proyectos que tuvieran efectos inmediatos para la población. El Secretario General observó con satisfacción el establecimiento de mecanismos de coordinación encaminados a contribuir a la aplicación del marco de cooperación interino, que recibió un apoyo abrumador de los donantes internacionales en la Conferencia de Donantes Internacionales de Haití, celebrada en Washington el 19 y 20 de julio de 2004.A través de la resolución 1576 de 29 de noviembre de 2004, el Consejo de Seguridad, observando que seguían existiendo amenazas para la estabilidad política, social y económica de Haití y determinando que la situación seguía siendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales en la región, prorrogó el mandato de la MINUSTAH hasta el primero de junio de 2005 con la intención de renovarlo otros períodos. El Consejo acogió con beneplácito el informe sobre la situación en Haití del Secretario General e hizo suyas sus recomendaciones.
Mandato:
Habiendo determinado que la situación en Haití seguía constituyendo una amenaza a la paz y la seguridad de la región y actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, en su resolución 1542, de 30 de abril de 2004, decidió establecer la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) y pidió que la autoridad de la Fuerza Multinacional Provisional (FMP), autorizada por el Consejo de Seguridad en febrero de 2004, fuera traspasada a la MINUSTAH el 1º de junio de 2004.
La Misión fue establecida con el siguiente mandato:
1) Entorno seguro y estable:
(a) en apoyo del Gobierno de transición, establecer un entorno seguro y estable en el que se pudiera desarrollar el proceso político y constitucional en Haití;
(b) ayudar al Gobierno de transición en la supervisión, reestructuración y reforma de la Policía Nacional de Haití, de conformidad con las normas de policía democrática, en particular mediante el examen de los antecedentes y la certificación de su personal, el asesoramiento sobre su reorganización y formación, en particular formación en cuestiones de género, y la supervisión y el adiestramiento de los miembros de la Policía Nacional de Haití;
(c) prestar asistencia al Gobierno de transición, en particular a la Policía Nacional de Haití, mediante programas amplios y sostenibles de desarme, desmovilización y reinserción para todos los grupos armados, incluidas las mujeres y los niños asociados con esos grupos, así como mediante medidas de seguridad pública y control de armas;
(d) prestar asistencia en el restablecimiento y mantenimiento del Estado de derecho, la seguridad pública y el orden público en Haití, prestando, entre otras cosas, apoyo operacional a la Policía Nacional de Haití y el Servicio de Guardacostas de Haití, así como en el fortalecimiento institucional, incluido el restablecimiento del sistema penitenciario;
(e) proteger al personal, los servicios, las instalaciones y el equipo de las Naciones Unidas y la seguridad y libertad de circulación de su personal, teniendo en cuenta la responsabilidad primordial que incumbe al Gobierno de transición a este respecto;
(f) proteger a los civiles, en la medida de sus posibilidades y dentro de su zona de despliegue, sobre los cuales se cierna una amenaza inminente de ataque físico, sin perjuicio de las obligaciones del Gobierno de transición y de las autoridades policiales;
2) Proceso político:
(a) apoyar el proceso constitucional y político que se ha puesto en marcha en Haití, incluso ofreciendo buenos oficios, y fomentar los principios del gobierno democrático y el desarrollo institucional;
(b) (b) ayudar al Gobierno de transición en sus esfuerzos por entablar un proceso de diálogo y reconciliación nacional;
(c) (c) ayudar al Gobierno de transición en la tarea de organizar, supervisar y llevar a cabo elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales libres y limpias a la mayor brevedad posible, en particular prestando asistencia técnica, logística y administrativa y manteniendo la seguridad, con el apoyo apropiado a un proceso electoral en que la participación de los votantes sea representativa de las características demográficas del país, con inclusión de las mujeres;
(d) (d) ayudar al Gobierno de transición a extender la autoridad del Estado por todo Haití y apoyar el buen gobierno a nivel local;
3) Derechos humanos:
(a) apoyar al Gobierno de transición, así como a las instituciones y grupos haitianos de derechos humanos, en sus esfuerzos por promover y proteger los derechos humanos, particularmente los de las mujeres y los niños, a fin de asegurar la responsabilidad individual por los abusos de los derechos humanos y el resarcimiento de las víctimas;
(b) (b) en cooperación con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, vigilar la situación de los derechos humanos, incluida la situación de los refugiados y las personas desplazadas que regresan, y presentar informes al respecto;
Fuente: ONU
Historia:
La participación de las Naciones Unidas en Haití comenzó en febrero de 1993 cuando se desplegó la operación conjunta de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Haití. En septiembre de 1993, el Consejo de Seguridad estableció la primera operación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el país: la Misión de las Naciones Unidas en Haití (UNMIH). Sin embargo, debido a la falta de cooperación de las autoridades militares haitianas, la UNMIH no pudo ser desplegada plenamente en ese momento para llevar a cabo su mandato.En julio de 1994, el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de una fuerza multinacional de 20.000 hombres para facilitar el pronto regreso de las autoridades legítimas, mantener un entorno seguro y estable en el país y promover el imperio de la ley. La fuerza multinacional fue seguida de otras misiones de las Naciones Unidas de 1994 a 2001, incluida la UNMIH que asumió sus funciones plenamente en marzo de 1995, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Haití (UNSMIH), la Misión de Transición de las Naciones Unidas en Haití (UNTMIH) y la Misión de Policía de las Naciones Unidas en Haití (MIPONUH).A lo largo de ese período se produjeron diversos acontecimientos positivos, en particular el restablecimiento de un cierto grado de democracia, con el primer traspaso de poder en condiciones de paz entre dos presidentes elegidos democráticamente; el crecimiento de una sociedad civil polifacética y su creciente participación en el desarrollo de una cultura política basada en valores democráticos. Sin embargo, también hubo contratiempos. Debido a la interrumpida crisis política y a la consiguiente falta de estabilidad, las reformas serias nunca prosperaron.
Al presentar su informe al Consejo de Seguridad el 16 de abril de 2004, el Secretario General de las Naciones Unidas celebró el Pacto que "ha unido a muchos dirigentes haitianos de distintas partes de la sociedad a fin de trazar el camino a seguir durante la transición." Dijo que, sin embargo, no todos los grandes movimientos políticos habían participado en él, como podrían haber hecho, y que todos los haitianos deberían tener, y aprovechar, la ocasión de participar significativamente en un diálogo nacional amplio.De conformidad con lo previsto en la resolución 1529 (2004) del Consejo de Seguridad y sobre la base de las conclusiones del equipo multidisciplinario de evaluación que visitó el país en marzo de 2004, el Secretario General recomendó el establecimiento de una operación de estabilización pluridimensional, que se denominará Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).
Se prorroga el mandato de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH)
En el informe sobre la situación en Haití el 18 de noviembre de 2004, poco antes de la expiración del mandato de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) el 30 de noviembre de 2004, el Secretario General describió los progresos alcanzados en el despliegue de la MINUSTAH desde que fuera establecida el 30 de abril. En vista del calendario de las elecciones, previstas para celebrarse en 2005, y con la posibilidad de transferirlo al Presidente que fuera elegido el 7 de febrero de 2006, el Secretario General recomendó al Consejo que prorrogara el mandato de la Misión por un período de 18 meses, el cual se extendería entonces hasta el 31 de mayo de 2006 e incluiría algunas modificaciones en su estructura general.
El Secretario General anunció en su informe que todavía no era el momento oportuno de realizar una revisión a fondo de la estructura general de la MINUSTAH porque el despliegue de la Misión no había concluido, los procesos políticos se encontraban todavía en las etapas iniciales y la situación en Haití seguía siendo incierta. No obstante, podrían efectuarse varias modificaciones en la actual estructura general de la Misión que le permitieran cumplir mejor su mandato en esta etapa. Por consecuente, el Secretario General propuso los siguientes ajustes: destacar en Puerto Príncipe, por un período provisional, una unidad adicional de policía compuesta por 125 agentes para prestar apoyo operacional de refuerzo a la Policía Nacional de Haití y fortalecer el dispositivo de seguridad en la capital; aplicar proyectos humanitarios con impacto inmediato incluso después del primer año de su mandato; aumentar la capacidad de la MINUSTAH para ejecutar proyectos de desarme, desmovilización y reinserción en la comunidad, y reforzar su capacidad de supervisar y evaluar el marco jurídico e institucional para el desarme, la desmovilización y la reinserción, incluido el control de las armas pequeñas y otras disposiciones jurídicas relativas a la seguridad; incorporar al componente militar una compañía de ingenieros que se encargue específicamente de reparar los caminos y puentes utilizados por el personal de la MINUSTAH en la ejecución de su mandato; realizar un modesto refuerzo del pilar de coordinación humanitaria y del desarrollo de la Misión en vista de la vulnerabilidad de Haití a los desastres naturales.
El Secretario General dijo que desde su informe provisional de 30 de agosto, la situación de seguridad en Haití se había deteriorado debido al aumento de la violencia, en particular en la capital en el mes de octubre. Hizo así un llamamiento a todos los grupos armados para que rompieran este ciclo de violencia y evitaran así poner en mayor peligro el proceso de transición. A medida que se reforzara la dotación militar y de policía de la MINUSTAH, aumentaría también su capacidad de proporcionar un entorno seguro y estable.El Secretario General apoyó los esfuerzos del Gobierno de Transición por poner fin a la violencia perpetrada por una serie de grupos armados y aprobó también el establecimiento de una oficina que se encargara de reinsertar en la sociedad a los militares desmovilizados. El informe declaraba que la restauración del orden público en todo el país se debía conseguir mediante el debido respeto de los derechos humanos básicos y el imperio de la ley. A este respecto, el Gobierno de Transición, y en particular sus estructuras de cumplimiento de la ley, debían demostrar una adhesión genuina y sistemática a los derechos humanos y los principios jurídicos cuando tomaran medidas contra los responsables de los recientes actos de violencia.
También de conformidad con el informe, la violencia que se ha vivido recientemente ha puesto de manifiesto la necesidad de una retirada efectiva de todas las armas ilícitas de las calles, incluso mediante un programa comunitario amplio de desarme, desmovilización y reinserción. La seguridad era una condición necesaria para el éxito del proceso de transición, pero no era suficiente. Sin un proceso político paralelo en el que participen todos los sectores de la sociedad no se podría lograr la paz y la seguridad sostenibles. El Secretario General alentó al Gobierno de Transición a que siguiera explorando todas las formas posibles de incluir en el proceso democrático y electoral a quienes están aún excluidos del proceso de transición pese a haber rechazado la violencia.El informe aprobó el compromiso sostenido del Gobierno de Transición de celebrar en 2005 elecciones locales, legislativas y presidenciales. Al mismo tiempo, alentó al Consejo Electoral Provisional a que permaneciera centrado en cumplir sus tareas dentro del plazo acordado. El Secretario General celebró la firma del memorando de entendimiento con la Organización de los Estados Americanos y confió en que, juntas, las organizaciones se esforzarían por ayudar con la mayor eficiencia posible a los haitianos en su proceso electoral. También agradeció la asistencia que estaban prestando la Organización Internacional de la Francofonía y otras organizaciones, organismos y donantes internacionales. El apoyo que podrían prestar los miembros de la Comunidad del Caribe al proceso electoral añadiría una dimensión significativa a la cooperación regional en Haití.El informe declaró además que un proceso político que no fuera acompañado de la creación de empleo y el desarrollo a largo plazo no podía resultar creíble para una población que llevaba tanto tiempo sumida en una extrema pobreza. La MINUSTAH seguía empeñada en movilizar recursos para proyectos que tuvieran efectos inmediatos para la población. El Secretario General observó con satisfacción el establecimiento de mecanismos de coordinación encaminados a contribuir a la aplicación del marco de cooperación interino, que recibió un apoyo abrumador de los donantes internacionales en la Conferencia de Donantes Internacionales de Haití, celebrada en Washington el 19 y 20 de julio de 2004.A través de la resolución 1576 de 29 de noviembre de 2004, el Consejo de Seguridad, observando que seguían existiendo amenazas para la estabilidad política, social y económica de Haití y determinando que la situación seguía siendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales en la región, prorrogó el mandato de la MINUSTAH hasta el primero de junio de 2005 con la intención de renovarlo otros períodos. El Consejo acogió con beneplácito el informe sobre la situación en Haití del Secretario General e hizo suyas sus recomendaciones.
Mandato:
Habiendo determinado que la situación en Haití seguía constituyendo una amenaza a la paz y la seguridad de la región y actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, en su resolución 1542, de 30 de abril de 2004, decidió establecer la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) y pidió que la autoridad de la Fuerza Multinacional Provisional (FMP), autorizada por el Consejo de Seguridad en febrero de 2004, fuera traspasada a la MINUSTAH el 1º de junio de 2004.
La Misión fue establecida con el siguiente mandato:
1) Entorno seguro y estable:
(a) en apoyo del Gobierno de transición, establecer un entorno seguro y estable en el que se pudiera desarrollar el proceso político y constitucional en Haití;
(b) ayudar al Gobierno de transición en la supervisión, reestructuración y reforma de la Policía Nacional de Haití, de conformidad con las normas de policía democrática, en particular mediante el examen de los antecedentes y la certificación de su personal, el asesoramiento sobre su reorganización y formación, en particular formación en cuestiones de género, y la supervisión y el adiestramiento de los miembros de la Policía Nacional de Haití;
(c) prestar asistencia al Gobierno de transición, en particular a la Policía Nacional de Haití, mediante programas amplios y sostenibles de desarme, desmovilización y reinserción para todos los grupos armados, incluidas las mujeres y los niños asociados con esos grupos, así como mediante medidas de seguridad pública y control de armas;
(d) prestar asistencia en el restablecimiento y mantenimiento del Estado de derecho, la seguridad pública y el orden público en Haití, prestando, entre otras cosas, apoyo operacional a la Policía Nacional de Haití y el Servicio de Guardacostas de Haití, así como en el fortalecimiento institucional, incluido el restablecimiento del sistema penitenciario;
(e) proteger al personal, los servicios, las instalaciones y el equipo de las Naciones Unidas y la seguridad y libertad de circulación de su personal, teniendo en cuenta la responsabilidad primordial que incumbe al Gobierno de transición a este respecto;
(f) proteger a los civiles, en la medida de sus posibilidades y dentro de su zona de despliegue, sobre los cuales se cierna una amenaza inminente de ataque físico, sin perjuicio de las obligaciones del Gobierno de transición y de las autoridades policiales;
2) Proceso político:
(a) apoyar el proceso constitucional y político que se ha puesto en marcha en Haití, incluso ofreciendo buenos oficios, y fomentar los principios del gobierno democrático y el desarrollo institucional;
(b) (b) ayudar al Gobierno de transición en sus esfuerzos por entablar un proceso de diálogo y reconciliación nacional;
(c) (c) ayudar al Gobierno de transición en la tarea de organizar, supervisar y llevar a cabo elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales libres y limpias a la mayor brevedad posible, en particular prestando asistencia técnica, logística y administrativa y manteniendo la seguridad, con el apoyo apropiado a un proceso electoral en que la participación de los votantes sea representativa de las características demográficas del país, con inclusión de las mujeres;
(d) (d) ayudar al Gobierno de transición a extender la autoridad del Estado por todo Haití y apoyar el buen gobierno a nivel local;
3) Derechos humanos:
(a) apoyar al Gobierno de transición, así como a las instituciones y grupos haitianos de derechos humanos, en sus esfuerzos por promover y proteger los derechos humanos, particularmente los de las mujeres y los niños, a fin de asegurar la responsabilidad individual por los abusos de los derechos humanos y el resarcimiento de las víctimas;
(b) (b) en cooperación con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, vigilar la situación de los derechos humanos, incluida la situación de los refugiados y las personas desplazadas que regresan, y presentar informes al respecto;
Fuente: ONU
Comentarios
Publicar un comentario