Por: Enzo Galimberti:

Hace 65 años al Norte del continente asiático el infierno subiría a la tierra para cobrarse miles y miles de vidas. La ciudad de Hiroshima al Sur de Japón con sus 350.000 habitantes en esos momentos sufriría algo nunca antes visto en la historia de la humanidad, sería la ciudad que albergaría la caída de la primera bomba atómica. Aquella mañana del 6 de agosto de 1945 parecía ser un día dentro de todo normal para esa época, pero de pronto a las 8:15 se sentiría el ruido de un bombardero estadounidense llamado “Enola Gay”, un B-29 Superfortress que dejaría caer sobre el centro de Hiroshima a la tan famosa y odiada “Little Boy” una bomba atómica de uranio que con su poderío ejerció una ola de presión y calor de 6.000 grados, la cual terminaría provocándole la muerte nada más ni nada menos que a 140.000 personas, muchas de ellas fallecieron al instante no dejando rastro alguno sus cuerpos, otras fueron muriendo los días posteriores a causa de los daños sufridos por la radiación.
Tres días después de este desastre el 9 de Agosto de 1945 surgiría una nueva catástrofe en Japón. A las 11:00 de la mañana en una ciudad llamada Nagasaki al Sur de este mismo país se vería una sombra en el cielo en forma de pájaro, sería la sombra del bombardero B-29 Bockscar estadounidense que a toda velocidad dejaría caer sobre suelo japonés una bomba atómica nombrada “Fat Man” de plutonio que mataría a 80.000 personas.
Seis días más tardes de estos dos lamentables hechos el emperador Hirohito comunicaría la rendición de Japón, dando así por finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Al cumplirse 65 años de esta catástrofe universal, el gobierno japonés hizo un acto para recordar a las víctimas de Hiroshima y Nagasaki al cual acudió por primera vez un representante del gobierno estadounidense como también acudieron representantes de los gobiernos de Francia e Inglaterra que fueron aliados de Estados Unidos durante la segunda Guerra Mundial
Cabe destacar que Estados Unidos jamás se disculpó por las 210.000 víctimas fatales que perdieron sus vidas injustamente por las bombas que estallaron sobre estas dos ciudades o por las radiaciones y quemaduras que les provocaron a los sobrevivientes quitándoles así el derecho a vivir con sus vidas normales y generándoles coexistir constantemente con sufrimiento y agonía.
"Demasiado tarde", opina Haruko Moritaki refiriéndose a la visita de los representantes. Moritaki de nacionalidad japonesa representa a la organización Coalición Internacional para Prohibir Armas de Uranio (ICBUW, según sus siglas en inglés), que trabaja por la eliminación de las armas nucleares.
"Estados Unidos es el único país de la Tierra que ha utilizado la bomba atómica y aún posee armas atómicas". La japonesa espera que el presidente estadounidense, Barack Obama, que en enero manifestó su intención de visitar Hiroshima, lo cumpla. El presidente estadounidense es al fin y al cabo Premio Nobel de la Paz, opina Moritaki.
Me gustaría destacar o mejor dicho recordarles que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que el año pasado se hizo con el premio Nobel de la Paz en parte por sus esfuerzos en pro de la desnuclearización global, firmó el pasado mes de abril un acuerdo con Rusia para reducir un 30 por ciento el número de cabezas nucleares.
A mi forma de entender Estados Unidos no lanzó las bombas porque no tuviera otra opción para poner fin a la Segunda Guerra Mundial porque desde tiempos antiguos el Imperio de América del Norte se distingue por ser pionera en la carrera armamentista teniendo lo último en tecnología, sino porque quería probar las bombas, pero lo hizo sin medir las consecuencias innegablemente.
Esperemos que estos acuerdos que se están haciendo terminen definitivamente con las armas nucleares, aunque no creo que los países que invirtieron tanto en esa tecnología vayan a desarmarse completamente de este tipo de armas que a ellos les brinda tanta seguridad para sí mismos.

Hace 65 años al Norte del continente asiático el infierno subiría a la tierra para cobrarse miles y miles de vidas. La ciudad de Hiroshima al Sur de Japón con sus 350.000 habitantes en esos momentos sufriría algo nunca antes visto en la historia de la humanidad, sería la ciudad que albergaría la caída de la primera bomba atómica. Aquella mañana del 6 de agosto de 1945 parecía ser un día dentro de todo normal para esa época, pero de pronto a las 8:15 se sentiría el ruido de un bombardero estadounidense llamado “Enola Gay”, un B-29 Superfortress que dejaría caer sobre el centro de Hiroshima a la tan famosa y odiada “Little Boy” una bomba atómica de uranio que con su poderío ejerció una ola de presión y calor de 6.000 grados, la cual terminaría provocándole la muerte nada más ni nada menos que a 140.000 personas, muchas de ellas fallecieron al instante no dejando rastro alguno sus cuerpos, otras fueron muriendo los días posteriores a causa de los daños sufridos por la radiación.
Tres días después de este desastre el 9 de Agosto de 1945 surgiría una nueva catástrofe en Japón. A las 11:00 de la mañana en una ciudad llamada Nagasaki al Sur de este mismo país se vería una sombra en el cielo en forma de pájaro, sería la sombra del bombardero B-29 Bockscar estadounidense que a toda velocidad dejaría caer sobre suelo japonés una bomba atómica nombrada “Fat Man” de plutonio que mataría a 80.000 personas.
Seis días más tardes de estos dos lamentables hechos el emperador Hirohito comunicaría la rendición de Japón, dando así por finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Al cumplirse 65 años de esta catástrofe universal, el gobierno japonés hizo un acto para recordar a las víctimas de Hiroshima y Nagasaki al cual acudió por primera vez un representante del gobierno estadounidense como también acudieron representantes de los gobiernos de Francia e Inglaterra que fueron aliados de Estados Unidos durante la segunda Guerra Mundial
Cabe destacar que Estados Unidos jamás se disculpó por las 210.000 víctimas fatales que perdieron sus vidas injustamente por las bombas que estallaron sobre estas dos ciudades o por las radiaciones y quemaduras que les provocaron a los sobrevivientes quitándoles así el derecho a vivir con sus vidas normales y generándoles coexistir constantemente con sufrimiento y agonía.
"Demasiado tarde", opina Haruko Moritaki refiriéndose a la visita de los representantes. Moritaki de nacionalidad japonesa representa a la organización Coalición Internacional para Prohibir Armas de Uranio (ICBUW, según sus siglas en inglés), que trabaja por la eliminación de las armas nucleares.
"Estados Unidos es el único país de la Tierra que ha utilizado la bomba atómica y aún posee armas atómicas". La japonesa espera que el presidente estadounidense, Barack Obama, que en enero manifestó su intención de visitar Hiroshima, lo cumpla. El presidente estadounidense es al fin y al cabo Premio Nobel de la Paz, opina Moritaki.
Me gustaría destacar o mejor dicho recordarles que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que el año pasado se hizo con el premio Nobel de la Paz en parte por sus esfuerzos en pro de la desnuclearización global, firmó el pasado mes de abril un acuerdo con Rusia para reducir un 30 por ciento el número de cabezas nucleares.
A mi forma de entender Estados Unidos no lanzó las bombas porque no tuviera otra opción para poner fin a la Segunda Guerra Mundial porque desde tiempos antiguos el Imperio de América del Norte se distingue por ser pionera en la carrera armamentista teniendo lo último en tecnología, sino porque quería probar las bombas, pero lo hizo sin medir las consecuencias innegablemente.
Esperemos que estos acuerdos que se están haciendo terminen definitivamente con las armas nucleares, aunque no creo que los países que invirtieron tanto en esa tecnología vayan a desarmarse completamente de este tipo de armas que a ellos les brinda tanta seguridad para sí mismos.