Espionaje sobre Argentina

Por: Enzo Galimberti.

Según revelaron diferentes medios nacionales e internacionales, entre los años 2006 y 2011, el gobierno británico realizó actos de espionaje a "líderes y jefes militares" argentinos con el objetivo de conocer los planes del país en relación a la disputada soberanía de las Islas Malvinas. 
Según la investigación, el material que demuestra la vigilancia sobre la Argentina consta de correos, memos, presentaciones y comunicados internos e incluye operaciones encubiertas en redes sociales, intervención de comunicaciones militares y de seguridad. También se suma a eso la investigación en redes de computadoras de importantes empresas argentinas y la infiltración de Troyanos (Virus de computadoras) en computadoras domésticas, aunque no se sabe cuál fue la selección que hicieron sobre dichos usuarios cibernéticos. Esta maniobra se denominó "Operación Quito".
El objetivo era prevenir que la Argentina recuperara las islas Malvinas", cuya soberanía reivindica desde 1833. Inglaterra contaba con apoyo de su primo malvado Estados Unidos, que si bien este país de América del Norte no se demostró ni a favor ni en contra de Inglaterra por las Islas Malvinas, si lo hacía internamente ayudando en el espionaje. Este operativo, tenía como objetivo contar con información de "alta prioridad" y "prevenir que la Argentina recupere las Islas Malvinas" ya sea de manera diplomática o militarmente.
El principal interés de la central de inteligencia británica en la región era la Argentina y en segundo lugar se encontraba Brasil, ya que Inglaterra sabe que entre estos dos países hay un fuerte sentimiento de hermandad, pero la operación realizada en Brasil fue un total fracaso, todo lo contrario a la infiltración que sufrió Argentina en su seguridad. 
Agentes anglosajones evaluaban a la Argentina como aliado de Irán desde 2010 y por ese motivo se habrían incrementado las medidas preventivas de “los piratas” sobre Buenos Aires. 
Toda esta investigación se llevó a cabo por el periódico on-lineThe Intercept, encargado de trabajar los archivos filtrados por Edward Snowden, el "topo" de la CIA. Snowden, ahora refugiado en Rusia y acusado de "actos de traición" por el gobierno norteamericano, perteneció a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los EE.UU.
No se descarta que estas que las operaciones hayan terminado, es más, conociendo a estos dos países colonizadores, me atrevo a decir, que seguramente espían a toda la región de Latinoamérica en una menor medida que lo hacen con Argentina. Ya que se sabe desde tiempos inmemorables, que Estados Unidos siempre interfirió en disputas diplomáticas entre países latinoamericanos. Acá doy unos ejemplos que ya he dado en un artículo que he escrito con anterioridad. 

Estados Unidos siempre ha influenciado América Latina de muchas maneras: 

1) Ayudando en golpes de Estados (Brasil 1964, Chile 1973, Argentina 1976 y Paraguay 1989). 

2) Apoyó a grupos de rebeldes en ciertos países (Colombia 1903, Nicaragua 1980 a 1990). 

3) Bombardeo naciones (Nicaragua 1854, Guatemala 1960).

Con todos estos ejemplos, ¿cómo no pensar que están infiltrándose cibernéticamente usando todas sus armas para investigar la región? Estados Unidos no gastaría tanto en espionaje para “solo ayudar a su primo malvado”, un beneficio seguro estará sacando. 
¿Por qué han hecho todo esto, lo hacen y lo van a seguir haciendo?, fácil, este continente está lleno de recursos naturales que los demás no tienen. Tenemos para explotar todos los recursos que se puedan imaginar. Y estos primos, carecen de todos ellos y saben que América Latina, es un continente que “vale oro”. 
Por eso, los países pertenecientes a este continente, tienen que ayudarse mutuamente para evitar que estas naciones imperialistas armen crisis internas dentro de ellos (recordar los párrafos más arriba) o entre estos mismos.
Ante todo esto, se recomienda a aquellos que quieran tener sus medios tecnológicos seguros, usar todo tipo de programas informáticos de seguridad que no sean provenientes de “los primos malditos” o de sus aliados. Si no, los habitantes de Latinoamérica y sus gobiernos tendrían que hacer como ya hizo Rusia, “usar máquinas de escribir a tinta para redactar sus documentos”, de esta forma evitan, que estos documentos sean interceptados por el gobierno de Obama y compañía.