Ave Fénix

Por: Enzo Galimberti.

Los años pasan, los tiempos cambian y no solo a nivel cultural, educativo, sino también a nivel económico y geopolítico. Así como algunas sociedades crecen, otras decrecen por si solas, por su egoísmo con el mundo o porque fueron llevados a lo más profundo del pozo por fuerzas externas. Pero hubo una que tuvo el valor de salir adelante a pesar de que la aplastaron y siempre le pusieron piedras en el camino, y esa fue la sociedad rusa que resurgió de sus cenizas como el Ave Fénix.

Tanto Estados Unidos como sus aliados, no pueden entender cómo ha logrado resurgir Rusia en estos 26 años después de la desintegración de la Unión Soviética. Luego de su caída, para los Gobiernos más poderosos, Rusia iba a ser dependiente económicamente de Occidente por el resto de su existencia. El gobierno estadounidense jamás le permitiría a Rusia ser demasiado fuerte para amenazar a sus vecinos o para desestabilizar su imperio de colonización que tiene junto a Inglaterra y Francia como sus principales socios.

Los globalizadores pensaron en todo para dominar al país, inclusive en su desintegración, menos en la fuerza del espíritu ruso, en la voluntad de su pueblo y en su capacidad de hacer resurgir una nueva Rusia. Bastaron dos generaciones para que Moscú obtuviera suficiente fuerza moral y física para no solo afectar el equilibrio del poder en Euroasia, sino en convertirse en uno de los principales jugadores geopolíticos en Oriente Medio tratando de lograr un equilibrio en la región.
La exitosa campaña rusa en Siria ha asestado un duro golpe a los planes norteamericanos en Oriente Medio. No pueden digerir con serenidad el hecho de que no pudieron derrocar al presidente de Siria, y de que los rusos por esto mismo, sacaron ventaja en esa región.

Mientras tanto, los países de Oriente Medio le están dando media espalda al gobierno de Trump, sus dirigentes están buscando aliarse a Moscú, pensando en la inestabilidad a largo plazo de sus alianzas con Norteamérica que suele cambiar de opinión de acuerdo a sus intereses nacionales de momento. Comprendieron que Estados Unidos es como el Camaleón, cambia de color según la situación.

El proceso de fortalecimiento de Rusia como una decisiva fuerza de equilibrio en Oriente Medio y en Euroasia será muy difícil de parar ya que tanto Estados Unidos como sus aliados no están en condiciones económicas ni militares de afrontarlo por lo que se ha gastado en saquear países y por las nuevas potencias internacionales armamentísticas que están surgiendo, como lo es Corea del Norte.
Mientras tanto, Rusia sigue adelante con su marcha hacia una democracia a su estilo y de acuerdo con sus condiciones, tratando de no repetir su gran error (haber confiado en Estados Unidos).

Esto es una lucha constante de poder, cada uno mueve sus piezas y mide cada movimiento, algunos salen más beneficiados que otros. Solo esperemos que los conflictos bélicos no se potencien más como se está prometiendo hacer.