Por: Enzo Galimberti.
Cuando nos encontramos que parte de la población de un país está armada para defenderse de otra porción de los ciudadanos, estamos ante una guerra civil no declarada. Cuando el Estado no tiene el monopolio de la violencia legítima, estamos ante un Estado fallido, ya que no les garantiza a sus habitantes seguridad.
Las masacres en escuelas y centros de estudio pueden considerarse una emergencia de la violencia en la sociedad estadounidense. Desde el 2013 hasta la actualidad, la cifra la cifra por tiroteos en centros educativos se eleva hasta 190. Y eso que no tengo en cuenta ataques en recitales o iglesias, ya que estos son más influenciados por ideologías musicales o teológicas.
Solo en los meses de Enero y Febrero, fallecieron 1.800 personas en Estados Unidos por herida de bala. Desde 2011 fueron 200.000. Una verdadera guerra.
Aunque la violencia crece, cada vez son menos los ciudadanos de EEUU que tienen armas. En la década de 1980, la mitad de las familias tenían armas, esta cifra, cayó en la actualidad. Lo que indica que los que tienen un rifle, una escopeta o una pistola cada vez acumulan más cantidad de armas. Pero, ¿quiénes son esos individuos? En su mayoría son personas blancas con gran poder adquisitivo, también tenemos a los campesinos que tienen un armamento importante. Ni hablar de la policía que posee las mejores armas del mercado y que tiene un uso desmedido para hacer respetar a la ley. Aunque este último punto ha generado controversias y por ende manifestaciones tanto pacificas como violentas, ya que la policía mata por año alrededor de mil personas, en su mayoría son gente de color, lo que ha dado pie al nacimiento de movimientos como Black Lives Matter (Las vidas negras importan, en inglés), entre otros.
Es una guerra interna de la que no se puede acusar a ninguna potencia extranjera. Es una forma de vida que está en el ADN de los estadounidenses y que probablemente esté arraigada en la forma como se creó la nación. Por algo la segunda enmienda de la Constitución que defiende "el derecho del pueblo a poseer y portar armas" se formuló en 1791, cuando la rebelión contra la monarquía inglesa llevó a los rebeldes a crear milicias armadas para defenderse de los ejércitos coloniales.
Otro dato importante, es que, los ciudadanos más oprimidos son negros e hispanos, en pocas palabras, los más débiles socialmente son los que menos armas tienen. Son las víctimas principales de los que tienen armas, tanto de los civiles como de los policías, guardias nacionales y militares que son mayoritariamente blancos. Hay una clara guerra racial en el Imperio desde tiempos añejos, se creen una raza pura, se olvidan que Estados Unidos es lo que es, gracias a los inmigrantes. Para colmo, Trump no ayuda en esto. Ya que odia profundamente a los extranjeros, es más, fue una de sus promesas de campaña sacar a todos los extranjeros indocumentados, con antecedentes y que no sean nacidos en los Estados Unidos. Y claro que sí, este mismo personaje ganó. Ya que el pensamiento ególatra y narcisista del típico ciudadano estadounidense, predominó en las urnas.
En conclusión, el Estado no tiene el monopolio de las armas y la violencia se ejerce principalmente contra los pobres, focalizada en la raza negra e hispana.
Les resumo todo este artículo en tres palabras. Lucha de clases.
Cuando nos encontramos que parte de la población de un país está armada para defenderse de otra porción de los ciudadanos, estamos ante una guerra civil no declarada. Cuando el Estado no tiene el monopolio de la violencia legítima, estamos ante un Estado fallido, ya que no les garantiza a sus habitantes seguridad.
Las masacres en escuelas y centros de estudio pueden considerarse una emergencia de la violencia en la sociedad estadounidense. Desde el 2013 hasta la actualidad, la cifra la cifra por tiroteos en centros educativos se eleva hasta 190. Y eso que no tengo en cuenta ataques en recitales o iglesias, ya que estos son más influenciados por ideologías musicales o teológicas.
Solo en los meses de Enero y Febrero, fallecieron 1.800 personas en Estados Unidos por herida de bala. Desde 2011 fueron 200.000. Una verdadera guerra.
Aunque la violencia crece, cada vez son menos los ciudadanos de EEUU que tienen armas. En la década de 1980, la mitad de las familias tenían armas, esta cifra, cayó en la actualidad. Lo que indica que los que tienen un rifle, una escopeta o una pistola cada vez acumulan más cantidad de armas. Pero, ¿quiénes son esos individuos? En su mayoría son personas blancas con gran poder adquisitivo, también tenemos a los campesinos que tienen un armamento importante. Ni hablar de la policía que posee las mejores armas del mercado y que tiene un uso desmedido para hacer respetar a la ley. Aunque este último punto ha generado controversias y por ende manifestaciones tanto pacificas como violentas, ya que la policía mata por año alrededor de mil personas, en su mayoría son gente de color, lo que ha dado pie al nacimiento de movimientos como Black Lives Matter (Las vidas negras importan, en inglés), entre otros.
Es una guerra interna de la que no se puede acusar a ninguna potencia extranjera. Es una forma de vida que está en el ADN de los estadounidenses y que probablemente esté arraigada en la forma como se creó la nación. Por algo la segunda enmienda de la Constitución que defiende "el derecho del pueblo a poseer y portar armas" se formuló en 1791, cuando la rebelión contra la monarquía inglesa llevó a los rebeldes a crear milicias armadas para defenderse de los ejércitos coloniales.
Otro dato importante, es que, los ciudadanos más oprimidos son negros e hispanos, en pocas palabras, los más débiles socialmente son los que menos armas tienen. Son las víctimas principales de los que tienen armas, tanto de los civiles como de los policías, guardias nacionales y militares que son mayoritariamente blancos. Hay una clara guerra racial en el Imperio desde tiempos añejos, se creen una raza pura, se olvidan que Estados Unidos es lo que es, gracias a los inmigrantes. Para colmo, Trump no ayuda en esto. Ya que odia profundamente a los extranjeros, es más, fue una de sus promesas de campaña sacar a todos los extranjeros indocumentados, con antecedentes y que no sean nacidos en los Estados Unidos. Y claro que sí, este mismo personaje ganó. Ya que el pensamiento ególatra y narcisista del típico ciudadano estadounidense, predominó en las urnas.
En conclusión, el Estado no tiene el monopolio de las armas y la violencia se ejerce principalmente contra los pobres, focalizada en la raza negra e hispana.
Les resumo todo este artículo en tres palabras. Lucha de clases.
La sociedad estadounidense esta cada dia mas estupida. Solo crean juegos de violencia para poder militarizar a sus ciudadanos para ir a saquear paises extranjeros.
ResponderEliminarExcelente artículo Enzo.
Los ciudadanos del imperio solo hacen lo que sus gobernadores les enseñaron. "Si usas un arma podras obtener lo que quieres"
ResponderEliminarMuy buen articulo Enzo me encanto eso del ADN estadounidense. Pero esto es verdad asesinan a los demas y lo hacen entre ellos. Son unos verdaderos parásitos.
ResponderEliminarEstos gringos se creen que estan en sus videojuegos y que por matar personas les dan puntajes y despues la gente usa camisetas con la bandera de Estados Unidos en mi país como algo fashion o consumen esa cultura siendo que son unos enfermos de la cabeza.
ResponderEliminarHola. Que buen artículo Enzo te re felicito.
ResponderEliminarTodos los comentarios que lei anteriormente tienen mucha razón y no hay que olvidarse que Estados Unidos tiene varios grupos racistas que hacen manifestaciones y buscan peleas a "sus contrarios" esta gente esta muy mal de la cabeza y llevan la bandera norteamericana en alto como si fuera un orgullo.