Por Galimberti Enzo.
Mucho se lee y escucha en los medios masivos de televisión
sobre la situación de Venezuela, pero, la mayoría de estos telecomunicadores
están influenciados o son propiedad de empresarios estadounidenses o sus
aliados.
Como todos sabemos, el país caribeño posee las mayores reservas mundiales de crudo, por eso mismo EEUU, hace años está detrás de lo que era un hermoso país hace décadas atrás, antes de que USA metiera sus narices. Pero, hay otros objetivos a pesar del oro negro, como por ejemplo el factor geopolítico y geoestratégico, ya que, quien tenga en poder en Venezuela, tiene acceso a Sudamérica y Centroamérica, en pocas palabras, a toda Latinoamérica. Y como todos sabemos, esto ayudaría en creces al dominio global del mayor pirata de la historia.
Venezuela, contiene enormes riquezas mineras además de hidrocarburos y tiene fronteras con países tan importantes como Brasil y Colombia, que actualmente son los mayores aliados del gobierno de Trump. También comparte con Guyana, donde residen riquezas que ambicionan las grandes potencias. Sin embargo, estos hechos (Oro Negro, minerales y Geoestrategia), no deben oscurecer un tercero, que se relaciona con el reposicionamiento de EEUU en la región para impedir la expansión de China. El gobierno de Trump, busca deponer a los gobiernos progresistas en Latinoamérica, esto tiene mucho que ver con la presencia China en este continente y su desarrollo exponencial. Por esto mismo, hay que tener en cuenta dos puntos, los cuales voy a desarrollar.
En primer lugar, EEUU no puede permitir que sigan existiendo regímenes que vayan en contra de sus intereses en la región. La gran dificultad, es no poder resolver la situación con Venezuela desde que fracasaron en el 2002 con el golpe de Estado contra Hugo Chávez. Para malestar del Imperio, el gobierno bolivariano se consolidó con la creación de milicias y de formas de control de las Fuerzas Armadas que hacen muy difícil un nuevo golpe de Estado o una invasión sin sufrir serios daños económicos.
En segundo lugar, al girar la estrategia estadounidense sobre los minerales, se dificulta el desarrollo del Imperio. Ya que, estos minerales, son decisivos en la producción de artículos de alta tecnología, como teléfonos móviles, televisores de pantalla plana, cables de fibra óptica y en la industria del armamentística.
La competencia por los minerales, además de la ya tradicional guerra por los hidrocarburos, es un componente decisivo en la guerra geopolítica en curso y en el posicionamiento actual de EEUU hacia la región latinoamericana. Ahora podemos comprender un poco mejor, la gran obsesión que tiene USA con Venezuela. Solo resta ver, como continuará esta novela: Si con una oposición venezolana más fortalecida por Trump, con un golpe de estado, una guerra o una Venezuela con o sin Maduro.
Mucho se lee y escucha en los medios masivos de televisión
sobre la situación de Venezuela, pero, la mayoría de estos telecomunicadores
están influenciados o son propiedad de empresarios estadounidenses o sus
aliados.Como todos sabemos, el país caribeño posee las mayores reservas mundiales de crudo, por eso mismo EEUU, hace años está detrás de lo que era un hermoso país hace décadas atrás, antes de que USA metiera sus narices. Pero, hay otros objetivos a pesar del oro negro, como por ejemplo el factor geopolítico y geoestratégico, ya que, quien tenga en poder en Venezuela, tiene acceso a Sudamérica y Centroamérica, en pocas palabras, a toda Latinoamérica. Y como todos sabemos, esto ayudaría en creces al dominio global del mayor pirata de la historia.
Venezuela, contiene enormes riquezas mineras además de hidrocarburos y tiene fronteras con países tan importantes como Brasil y Colombia, que actualmente son los mayores aliados del gobierno de Trump. También comparte con Guyana, donde residen riquezas que ambicionan las grandes potencias. Sin embargo, estos hechos (Oro Negro, minerales y Geoestrategia), no deben oscurecer un tercero, que se relaciona con el reposicionamiento de EEUU en la región para impedir la expansión de China. El gobierno de Trump, busca deponer a los gobiernos progresistas en Latinoamérica, esto tiene mucho que ver con la presencia China en este continente y su desarrollo exponencial. Por esto mismo, hay que tener en cuenta dos puntos, los cuales voy a desarrollar.
En primer lugar, EEUU no puede permitir que sigan existiendo regímenes que vayan en contra de sus intereses en la región. La gran dificultad, es no poder resolver la situación con Venezuela desde que fracasaron en el 2002 con el golpe de Estado contra Hugo Chávez. Para malestar del Imperio, el gobierno bolivariano se consolidó con la creación de milicias y de formas de control de las Fuerzas Armadas que hacen muy difícil un nuevo golpe de Estado o una invasión sin sufrir serios daños económicos.
En segundo lugar, al girar la estrategia estadounidense sobre los minerales, se dificulta el desarrollo del Imperio. Ya que, estos minerales, son decisivos en la producción de artículos de alta tecnología, como teléfonos móviles, televisores de pantalla plana, cables de fibra óptica y en la industria del armamentística.
La competencia por los minerales, además de la ya tradicional guerra por los hidrocarburos, es un componente decisivo en la guerra geopolítica en curso y en el posicionamiento actual de EEUU hacia la región latinoamericana. Ahora podemos comprender un poco mejor, la gran obsesión que tiene USA con Venezuela. Solo resta ver, como continuará esta novela: Si con una oposición venezolana más fortalecida por Trump, con un golpe de estado, una guerra o una Venezuela con o sin Maduro.