Sudamérica aparte de tener constantes problemas económicos, sociales, políticos y constitucionales, hace tiempo viene sufriendo el problema de la migración de venezolanos. La gran crisis que viene atravesando desde hace años por la escasez de alimentos, medicinas, hiperinflación constante, inseguridad, narcotráfico y la falta de empleo, generaron este gran movimiento en búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidades económicas.
Las naciones de la región que más han sufrido esta crisis han sido Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Esta multitud masiva de migrantes ha generado desafíos para estos países en términos de capacidad de acogida, servicios públicos, empleo y seguridad.
La respuesta de los países receptores ha sido variada. Algunos han implementado políticas para regular la entrada y permanencia de los migrantes, mientras que otros han adoptado medidas más flexibles y han implementado programas de regularización migratoria.
Durante el mes de mayo, centenares de inmigrantes indocumentados han intentado cruzar la frontera entre Chile y Perú. Éstos, han quedado varados en campamentos dentro del desierto ya que han sido rechazados por ambos países. Como algunos salen de Venezuela, otros quieren volver, ya que los altos costos de vida, sumado a las reiteradas agresiones xenófobas han generado en algunos venezolanos el deseo de volver a sus tierras. El gobierno de Maduro aprovechó esto para lanzar un programa de repatriación. Cómo verán, no solo la crisis se da por salir del país caribeño, sino también por volver. Todos estos movimientos de escapes y vueltas han generado un clima hostil entre los gobiernos de Chile y Perú, lo cual se suma al odio entre naciones por las guerras pasadas y pérdidas de territorio. Tan en desacuerdo han estado que en la guerra de Malvinas Chile apoyó a Inglaterra y Perú a la Argentina. La inestabilidad política de Sudamérica y por ende de ambos países, no ayuda a encontrar una solución a corto plazo.
La crisis migratoria ya sea por escapar de Venezuela o por volver, requiere de una respuesta rápida. Para esto hay que dejar de lado las ideologías políticas de los países intervinientes y buscar una solución para que estas personas no sufran en el desierto. Ademas como todos sabemos, esta crisis no se va a terminar en un corto plazo, va a seguir siendo un escollo para Sudamérica, por ende hay que tomar decisiones que traigan una solución a largo plazo también. Requiere de una respuesta integral y coordinada a nivel regional. Es necesario fortalecer la cooperación territorial y la solidaridad internacional para garantizar la protección de los derechos de los migrantes y encontrar soluciones sostenibles
Pienso que la comunidad internacional tiene que brindar apoyo humanitario y financiero a los países receptores para ayudarlos a hacer frente a la crisis y garantizar que los migrantes tengan acceso a servicios básicos, como salud, educación y empleo. Pero todos sabemos que las naciones mundiales están preocupadas por sus propios problemas, el mayor de ellos la Guerra entre Rusia y Ucrania.
Los latinos tienen que dejar de lado todos los problemas con sus vecinos y tratar de solucionar esto de forma rápida, no solo por los migrantes, también para evitar la confrontación entre estas naciones ante la escalada de nerviosismo de ambos gobiernos.