Tablero Geopolítico: USA vs Venezuela.

Por: Enzo Galimberti.

Caracas amanece inquieta. En las calles se percibe un murmullo contenido, como si la ciudad entera supiera que algo grande se avecina. A miles de kilómetros de allí, en Washington, el gobierno estadounidense lanzó un nuevo golpe contra Nicolás Maduro: la recompensa por su captura ahora asciende a cincuenta millones de dólares, una cifra récord que busca dejar en claro la postura de la Casa Blanca.

La acusación es directa y sin matices. Maduro, aseguran las autoridades norteamericanas, no solo encabeza un régimen cuestionado por sus elecciones irregulares, sino que también está involucrado en una red internacional de narcotráfico que conecta a Venezuela con cárteles de México y Sudamérica. En los documentos oficiales se habla de toneladas de cocaína, de aviones confiscados, de mansiones y joyas incautadas, de cientos de millones de dólares que, según Washington, revelan el entramado criminal del chavismo.

La respuesta del Palacio de Miraflores fue inmediata. Maduro apareció rodeado de banderas y retratos de Bolívar para denunciar un ataque imperialista y acusar a Estados Unidos de querer distraer a su población con un enemigo externo. “No nos van a doblegar”, repite, mientras anuncia la movilización de millones de milicianos y promete armar a campesinos de todo el país para “defender la patria”.

Pero el pulso no se queda solo en palabras. Tres destructores estadounidenses se acercaron peligrosamente al límite del mar territorial venezolano. Con ellos llegaron submarinos, aviones de combate y cuatro mil marines listos para entrar en acción bajo el paraguas de una operación “antinarcóticos”. La imagen es potente: barcos de guerra frente a las costas del Caribe, mientras en tierra firme el chavismo organiza marchas en defensa de su líder y acusa a Washington de preparar una invasión encubierta.

El tablero político se recalienta. Estados Unidos reconoce como presidente legítimo al opositor Edmundo González y rechaza la reelección de Maduro, a quien acusa de usurpar el poder. Del otro lado, el oficialismo responde cerrando filas y apelando a un discurso de resistencia frente a una posible agresión extranjera.

En esta partida de alto riesgo, la diplomacia parece desdibujarse mientras el lenguaje de la confrontación gana terreno. Caracas vive con la tensión en el aire, entre la incertidumbre y el desafío. Algunos venezolanos ven esto con miedo, mientras otros piensan que es la última esperanza para bajara del poder a Maduro. Mientras el mundo observa si esta escalada terminará en un choque directo o en una nueva vuelta de tuerca en el largo pulso entre democracia y dictadura.

En un posible conflicto con Venezuela, Estados Unidos podría contar con el apoyo de aliados tradicionales como Canadá, Colombia y Brasil. También es probable que reciba apoyo de países de la OTAN, como el Reino Unido y Francia. En el lado opuesto, Venezuela está coordinando esfuerzos con Cuba y Nicaragua.

La paz parece asomarse tímidamente en Eurasia, entre Rusia y Ucrania. Israel avanza en su enfrentamiento con Irán. Y en medio de ese tablero global, Trump ha decidido subir la temperatura en el Caribe. ¿Se avecina ahora una guerra en territorio sudamericano?