Por: Enzo Galimberti:
Hoy, 11 de Septiembre del 2011, Estados Unidos se encuentra ante una situación de máxima vigilancia por temor a un atentado, al conmemorase el décimo aniversario de los ataques contra el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono. También cabe recordar que un vuelo se estrelló en un campo gracias a que los pasajeros lucharon con los terroristas.
Esta tragedia dejó casi 3.000 muertos solamente en las Torres Gemelas, sin contar los fallecidos en los otros dos atentados.
Todo comenzó a las 8.45 horas cuando el vuelo 11 de American Airlines se estrelló contra la torre norte del World Trade Center de Nueva York dejando un enorme agujero entre los pisos 80 y 110 del rascacielos. Decenas de personas murieron al instante, otras quedaron atrapadas en los pisos de arriba y decidieron tirarse por las ventanas ante tanto caos y ante el miedo de morir calcinados o aplastados. Mientras, hubo también quienes murieron asfixiados por el humo o fallecieron más tarde bajo los escombros luego de que las torres se derrumbaran. Luego, a las 9.03, el vuelo 175 de United Airlines chocó contra el piso 60 de la torre sur provocando escenas parecidas. Mientras cientos de neoyorquinos intentaban comprender lo que estaba pasando, otro avión se estrelló contra el Pentágono a las 9.45. El impacto provocó un gran incendio. Finalmente el vuelo 93 de United cayó en Shanksville, Pennsylvania, a las 10.10 horas, después de un enfrentamiento entre los pasajeros y los secuestradores del avión.
"Con el primer avión se pensó que era un accidente, con el segundo, que era un ataque. Con el tercero, en el Pentágono, que era una guerra", evocó esta semana el ex presidente George Bush.
Dos guerras, 250.000 muertos, billones de dólares en gasto militar. La respuesta norteamericana al ataque del 11-S dejó a EE.UU. en un estado de debilidad tanto económica como moral que aceleró el advenimiento de un escenario multipolar con el ascenso de nuevas potencias, como lo son India y China principalmente. A esto, se le suma, el despertar de la primavera árabe que originaron las caídas del mandatario tunecino Zin Al Abidin Ben Ali y del egipcio Hosni Mubarak. Esto, parece indicar un nuevo tiempo, surgido de la movilización genuina de los pueblos árabes y no de las imposiciones de Occidente. Al escribir este artículo, me doy cuenta de que no hay “posibles nuevas potencias” en Europa y creo que esto se debe, a que todavía este continente tiene secuelas de las guerras pasadas y presentes en las que se han involucrado, por esto mismo no pueden potenciarse más. También noto que no hay en América Latina y creo que esto se debe a mayor medida, a que siempre estuvimos doblegados por las grandes potencias, especialmente por Inglaterra y E.E.U.U, ya sea desde arbitrado los conflictos en Sudamérica entre los pueblos hermanos, pasando por generar conflictos entre los mismos, hasta haciendo endeudar a las naciones con el F.M.I.
Subrayo, en este párrafo, que los talibanes tuvieron su opinión ante el aniversario de este gran acto terrorista y dijeron lo siguiente; "Cada año, el 11 de septiembre recuerda a los afganos un acontecimiento en el cual ellos no han jugado ningún rol, pero que sirvió de pretexto al colonialismo norteamericano para derramar la sangre de miles de afganos inocentes y miserables”. Recordemos que la agresión a Afganistán, posterior a los ataques, fue comprensible para muchas personas, ya que, según estudios de la inteligencia de USA allí se encontraba la principal red de terrorismo, y que era, la que había ocasionado este acto aberrante. Pero la invasión de Irak fue totalmente ajena a Al Qaeda, a pesar de que Bush trató de establecer un vínculo. La ansiedad de venganza se convirtió para el gobierno norteamericano en una ambición económica al adquirir recursos de este país, como por ejemplo el petróleo y así de esta forma, poder tapar los agujeros económicos que producía la guerra en Afganistán.
Estados Unidos actualmente centraliza su atención en el desempleo y el déficit. Estos dos inconvenientes mayores para mí, se deben a mayor medida a las dos guerras que se establecieron luego de los atentados. En estos enfrentamientos armados contra Oriente, el gobierno estadounidense gasto 5 billones de dólares, sin contar que debido a que casi la mitad de las tropas que regresan cumplen las exigencias para recibir algún tipo de pago por incapacidad. El economista Joseph E. Stiglitz asegura, que “los pagos por incapacidad y asistencia médica en el futuro alcanzarán una cifra que se encuentra entre los 600 y 900 billones de dólares”.
Pero las decisiones tomadas por Bush y Obama luego del atentado no solamente han afectado económicamente a USA, si no, que también, a países como Francia, Inglaterra e Italia, entre otras que les han ofrecido sus ayudas bélicas para “derrotar al terrorismo”. No descarto que las crisis económicas globales que vivimos hoy en día sean en una menor medida a estos hechos. Ya que como vivimos en un mundo globalizado, hoy en día, si cae una nación en crisis, también se hunden las más allegadas a la misma.
Voy a destacar unas palabras que dijo Obama; "Hoy, Estados Unidos está fuerte y Al Qaeda está en camino de su derrota. Ellos quisieron aterrorizarnos, pero, como estadounidenses, rechazamos vivir con miedo", señaló el mandatario.
Con esta frase Obama hace creer que todo está “Very Good” (muy bien), pero sabemos que el Imperio Norteamericano pasó de un superávit fiscal de 2% del PIB cuando Bush fue elegido, a su lamentable déficit y situación de deuda de hoy. No me parece adecuado que en este discurso siga provocando a la red terrorista, continúe diciendo indirectamente que va a seguir con los dos frentes de guerras con los altos costos que estas mismas generan y por último que haga creer que su nación está bien, cuando se cae a pedazos y cada vez con una velocidad mas elevada.
Luego de este breve análisis, quiero decir que esperemos, que por el bien de la humanidad no ocurra ningún atentado más, como así también, el gobierno de Obama revea la situación y decida dar marcha atrás con sus políticas colonialistas heredadas por medio de sus antecesores en el trono de la casa blanca.
Hoy, 11 de Septiembre del 2011, Estados Unidos se encuentra ante una situación de máxima vigilancia por temor a un atentado, al conmemorase el décimo aniversario de los ataques contra el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono. También cabe recordar que un vuelo se estrelló en un campo gracias a que los pasajeros lucharon con los terroristas.
Esta tragedia dejó casi 3.000 muertos solamente en las Torres Gemelas, sin contar los fallecidos en los otros dos atentados.
Todo comenzó a las 8.45 horas cuando el vuelo 11 de American Airlines se estrelló contra la torre norte del World Trade Center de Nueva York dejando un enorme agujero entre los pisos 80 y 110 del rascacielos. Decenas de personas murieron al instante, otras quedaron atrapadas en los pisos de arriba y decidieron tirarse por las ventanas ante tanto caos y ante el miedo de morir calcinados o aplastados. Mientras, hubo también quienes murieron asfixiados por el humo o fallecieron más tarde bajo los escombros luego de que las torres se derrumbaran. Luego, a las 9.03, el vuelo 175 de United Airlines chocó contra el piso 60 de la torre sur provocando escenas parecidas. Mientras cientos de neoyorquinos intentaban comprender lo que estaba pasando, otro avión se estrelló contra el Pentágono a las 9.45. El impacto provocó un gran incendio. Finalmente el vuelo 93 de United cayó en Shanksville, Pennsylvania, a las 10.10 horas, después de un enfrentamiento entre los pasajeros y los secuestradores del avión.
"Con el primer avión se pensó que era un accidente, con el segundo, que era un ataque. Con el tercero, en el Pentágono, que era una guerra", evocó esta semana el ex presidente George Bush.
Dos guerras, 250.000 muertos, billones de dólares en gasto militar. La respuesta norteamericana al ataque del 11-S dejó a EE.UU. en un estado de debilidad tanto económica como moral que aceleró el advenimiento de un escenario multipolar con el ascenso de nuevas potencias, como lo son India y China principalmente. A esto, se le suma, el despertar de la primavera árabe que originaron las caídas del mandatario tunecino Zin Al Abidin Ben Ali y del egipcio Hosni Mubarak. Esto, parece indicar un nuevo tiempo, surgido de la movilización genuina de los pueblos árabes y no de las imposiciones de Occidente. Al escribir este artículo, me doy cuenta de que no hay “posibles nuevas potencias” en Europa y creo que esto se debe, a que todavía este continente tiene secuelas de las guerras pasadas y presentes en las que se han involucrado, por esto mismo no pueden potenciarse más. También noto que no hay en América Latina y creo que esto se debe a mayor medida, a que siempre estuvimos doblegados por las grandes potencias, especialmente por Inglaterra y E.E.U.U, ya sea desde arbitrado los conflictos en Sudamérica entre los pueblos hermanos, pasando por generar conflictos entre los mismos, hasta haciendo endeudar a las naciones con el F.M.I.
Subrayo, en este párrafo, que los talibanes tuvieron su opinión ante el aniversario de este gran acto terrorista y dijeron lo siguiente; "Cada año, el 11 de septiembre recuerda a los afganos un acontecimiento en el cual ellos no han jugado ningún rol, pero que sirvió de pretexto al colonialismo norteamericano para derramar la sangre de miles de afganos inocentes y miserables”. Recordemos que la agresión a Afganistán, posterior a los ataques, fue comprensible para muchas personas, ya que, según estudios de la inteligencia de USA allí se encontraba la principal red de terrorismo, y que era, la que había ocasionado este acto aberrante. Pero la invasión de Irak fue totalmente ajena a Al Qaeda, a pesar de que Bush trató de establecer un vínculo. La ansiedad de venganza se convirtió para el gobierno norteamericano en una ambición económica al adquirir recursos de este país, como por ejemplo el petróleo y así de esta forma, poder tapar los agujeros económicos que producía la guerra en Afganistán.
Estados Unidos actualmente centraliza su atención en el desempleo y el déficit. Estos dos inconvenientes mayores para mí, se deben a mayor medida a las dos guerras que se establecieron luego de los atentados. En estos enfrentamientos armados contra Oriente, el gobierno estadounidense gasto 5 billones de dólares, sin contar que debido a que casi la mitad de las tropas que regresan cumplen las exigencias para recibir algún tipo de pago por incapacidad. El economista Joseph E. Stiglitz asegura, que “los pagos por incapacidad y asistencia médica en el futuro alcanzarán una cifra que se encuentra entre los 600 y 900 billones de dólares”.
Pero las decisiones tomadas por Bush y Obama luego del atentado no solamente han afectado económicamente a USA, si no, que también, a países como Francia, Inglaterra e Italia, entre otras que les han ofrecido sus ayudas bélicas para “derrotar al terrorismo”. No descarto que las crisis económicas globales que vivimos hoy en día sean en una menor medida a estos hechos. Ya que como vivimos en un mundo globalizado, hoy en día, si cae una nación en crisis, también se hunden las más allegadas a la misma.
Voy a destacar unas palabras que dijo Obama; "Hoy, Estados Unidos está fuerte y Al Qaeda está en camino de su derrota. Ellos quisieron aterrorizarnos, pero, como estadounidenses, rechazamos vivir con miedo", señaló el mandatario.
Con esta frase Obama hace creer que todo está “Very Good” (muy bien), pero sabemos que el Imperio Norteamericano pasó de un superávit fiscal de 2% del PIB cuando Bush fue elegido, a su lamentable déficit y situación de deuda de hoy. No me parece adecuado que en este discurso siga provocando a la red terrorista, continúe diciendo indirectamente que va a seguir con los dos frentes de guerras con los altos costos que estas mismas generan y por último que haga creer que su nación está bien, cuando se cae a pedazos y cada vez con una velocidad mas elevada.
Luego de este breve análisis, quiero decir que esperemos, que por el bien de la humanidad no ocurra ningún atentado más, como así también, el gobierno de Obama revea la situación y decida dar marcha atrás con sus políticas colonialistas heredadas por medio de sus antecesores en el trono de la casa blanca.
