El triunfo de Biden nos muestra un panorama mucho más positivo para América Latina de lo que hubiese sido un triunfo de Trump el cual, hubiera llevado a países como México, Venezuela o Cuba a tener mayores inconvenientes.
Trump, nunca se mostró muy interesado por las naciones al sur de su país como si lo hicieron los gobiernos Demócratas (Bill Clinton y Barack Obama). El único interés que demostró públicamente el empresario Republicano, fue el muro con México. Y la única visita que este realizó en Latinoamérica, fue para el G20 en Argentina. Trump tomaba decisiones unilaterales a su favor. Los líderes latinoamericanos estaban acostumbrados a ser ignorados y presionados para aceptar las exigencias impuestas por el gobierno de Donald.
En el año 2009 Biden, en su primera visita a Sudamérica como vicepresidente expreso: “Se ha acabado el tiempo cuando EEUU dicta unilateralmente, el tiempo cuando sólo hablamos y no escuchamos" por esto mismo, todos los latinos estamos esperanzados de que todo cambie. Su llegada, simboliza una nueva era marcada por el deshielo, la moderación y el talento negociador para nuestro territorio. Posiblemente Joe, quiera seguir los pasos de Obama para iniciar el proceso que inició este mismo hace tiempo atrás. Como por ejemplo con Cuba, ese paso fundamental que se dio en Marzo del 2016 y que quedó trunco con la llegada de Trump al poder. El recorrido de Biden como Vicepresidente de Obama hace presagiar un optimismo moderado. Bajo estos antecedentes, es razonable pensar que la Presidencia de Biden enfatizará en el diálogo multilateral para abordar temas fundamentales como la lucha contra la pandemia, el cambio climático y la recuperación económica que esta complicada.
A parte de su acercamiento con Cuba, se espera que Joe ofrezca una solución negociada con Venezuela en lugar de seguir con las amenazas militares impuestas por el gobierno saliente. Seguramente, apueste por retirar la armada del Caribe.
También por beneficio propio, hay expectativa de que genere un plan de desarrollo para mejorar las condiciones deplorables de las economías en países de Centroamérica como lo son Honduras, Guatemala y El Salvador. De esta misma zona, suelen emigrar a pie hacia suelo mexicano con la esperanza de pisar tierra estadunidense y vivir el famoso “sueño americano” y de esta forma mejorar sus condiciones de vida.
En conclusión, estamos ante un complicado panorama para Latinoamérica. Joe, tendrá que ir por el camino del respeto, conciliación y la empatía para poder reconstruir los puentes que habían empezado con Obama y que fueron dañados seriamente en estos últimos años.