Por: Enzo Galimberti.
En Medio Oriente hay un incremento de la violencia entre palestinos e israelíes, no voy a detallar los hechos acaecidos recientemente, voy a explicar el trasfondo de este conflicto.
Todo comenzó en el año 1896 se fundó el Sionismo. Este movimiento de carácter nacionalista, pretendía un estado judío que le permitiera poner fin a miles de años de persecución y exilio a los judíos. Se creó, como una respuesta a la corriente antisemita que se esparcía exponencialmente por toda Europa. El antisemitismo tuvo su punto de ebullición con el holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Este Estado pensado para y por los judíos, pensó en hacerse en tres lugares del mundo. El primero de ellos era Argentina, segundo Uganda y la tercera opción en Siberia entre los países que hoy conocemos como China y Rusia. Pero, la religión judía dice que la tierra de ellos, se encuentra en la actual Palestina. Dato no menor, esta región ubicada en el Próximo Oriente, también es sagrada para los árabes y cristianos.
Antes de la Primera Guerra Mundial, este territorio tan deseado era controlado por el Imperio Otomano, luego de la guerra, esta zona fue dividida entre los ganadores del conflicto. Reino Unido pasó a poseer la región de Palestina. Al ver los conflictos, el gobierno británico dicto la “Declaración de Balfour”, donde expresa que apoyaba un hogar nacional para el pueblo judío. Pero, puso una cláusula donde exigía que no se debían perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías en Palestina. Ante esto, miles de judíos de todo el mundo emigraron hacia Palestina. Esta oleada de emigrantes creció exponencialmente con el Holocausto (1941-1945). Donde miles de judíos corrieron por su vida hacia este nuevo territorio. Ante la llegada de estos últimos, los árabes quedaron disminuidos y por esto mismo, se suscitaron grandes conflictos. Para opacar las tensiones, la ONU creo en 1947 un “Plan de Partición” donde dividió el territorio en dos partes creando así, el Estado árabe y el Estado judío. La tan añorada Jerusalén tendría una valoración especial como la tiene hoy en día el Vaticano dentro de Italia. Los árabes no estuvieron conformes con este reparto ya que perdían mucho territorio, entonces el plan nunca llegó a implementarse.
El 14 de Mayo de 1948, los judíos declaran el Estado de Israel. Un día después, varios países árabes atacaron este territorio causando varias muertes durante un año entero. A pesar de ser mayoría, los árabes pierden esta Guerra e Israel agranda su territorio. Los árabes que vivían en la zona de Israel, fueron expulsados de sus hogares y emigraron hacia los países árabes. Otro conflicto surge con esta nueva partición, es la división del territorio palestino en dos, Cisjordania y la franja de gaza.
La “Guerra de los seis días”, se produjo en el año 1967, al terminar esta guerra, Israel se expandió tomando el control de gran parte de Oriente Medio. De esta manera, se forman asentamientos judíos en el lugar del conflicto.
En 1973 inicia la Guerra de Yom Kippur que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel. Esto trajo consecuencias que duran hasta la actualidad. Egipto en 1978 fue el primer país árabe en firmar la paz con Israel. El país árabe recuperó territorio, pero renunció a la franja de Gaza. Prontamente, Jordania también firmó la paz con Israel. Luego de estos tratados, la lucha quedó concentrada entre israelíes y palestinos que perdura hasta el día de hoy. Cabe destacar que Palestina a la fecha, es un Estado reconocido por 139 de los 193 países que forman la ONU. Los asentamientos judíos iniciados en 1967, luego de las posteriores divisiones, quedaron divididos entre el territorio de Cisjordania y el Estado Palestino. Los colonos están protegidos por muros y las fuerzas israelíes. Estos inmigrantes fueron creciendo en población con el pasar del tiempo a costa de los habitantes palestinos, que acusan a Israel de demoler sus casas, expropiar sus tierras y restringir su movimiento. Cabe destacar que para la comunidad internacional, estos asentamientos son ilegales. El tratado de Ginebra, prohíbe que un país traspase su población a un territorio ocupado militarmente. Israel argumenta que esto es una blasfemia, ya que el territorio de Cisjordania no estaba declarado ante su llegada.
Luego de años de “cierta tranquilidad” en el año 2017, el íntimo aliado de Israel (EE.UU.) reconoció en el mandato de Donald Trump a Jerusalén como la capital del Estado de Israel. Con este acto, los rencores surgieron y la escala de violencia se acrecentó.
La solución, sería que se respete el estatus de ciudad sagrada de Jerusalén y que palestinos y judíos se acepten como estados contiguos con legitimidad para conservar y administrar sus territorios. Lamentablemente no creo que pase esto en un lapso breve, porque recordemos que este conflicto lleva décadas y algo que lleva tanto tiempo, no se puede resolver de un día para el otro. Las diferencias existen y van a seguir existiendo siempre. El rencor por el pasado es otro factor importante. El destierro, las muertes y las luchas que se han originado desde hace generaciones atrás, no se olvida de un día para el otro en los pobladores pero en especial los que son más religiosos.
En Medio Oriente hay un incremento de la violencia entre palestinos e israelíes, no voy a detallar los hechos acaecidos recientemente, voy a explicar el trasfondo de este conflicto.
Todo comenzó en el año 1896 se fundó el Sionismo. Este movimiento de carácter nacionalista, pretendía un estado judío que le permitiera poner fin a miles de años de persecución y exilio a los judíos. Se creó, como una respuesta a la corriente antisemita que se esparcía exponencialmente por toda Europa. El antisemitismo tuvo su punto de ebullición con el holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Este Estado pensado para y por los judíos, pensó en hacerse en tres lugares del mundo. El primero de ellos era Argentina, segundo Uganda y la tercera opción en Siberia entre los países que hoy conocemos como China y Rusia. Pero, la religión judía dice que la tierra de ellos, se encuentra en la actual Palestina. Dato no menor, esta región ubicada en el Próximo Oriente, también es sagrada para los árabes y cristianos.
Antes de la Primera Guerra Mundial, este territorio tan deseado era controlado por el Imperio Otomano, luego de la guerra, esta zona fue dividida entre los ganadores del conflicto. Reino Unido pasó a poseer la región de Palestina. Al ver los conflictos, el gobierno británico dicto la “Declaración de Balfour”, donde expresa que apoyaba un hogar nacional para el pueblo judío. Pero, puso una cláusula donde exigía que no se debían perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías en Palestina. Ante esto, miles de judíos de todo el mundo emigraron hacia Palestina. Esta oleada de emigrantes creció exponencialmente con el Holocausto (1941-1945). Donde miles de judíos corrieron por su vida hacia este nuevo territorio. Ante la llegada de estos últimos, los árabes quedaron disminuidos y por esto mismo, se suscitaron grandes conflictos. Para opacar las tensiones, la ONU creo en 1947 un “Plan de Partición” donde dividió el territorio en dos partes creando así, el Estado árabe y el Estado judío. La tan añorada Jerusalén tendría una valoración especial como la tiene hoy en día el Vaticano dentro de Italia. Los árabes no estuvieron conformes con este reparto ya que perdían mucho territorio, entonces el plan nunca llegó a implementarse.
El 14 de Mayo de 1948, los judíos declaran el Estado de Israel. Un día después, varios países árabes atacaron este territorio causando varias muertes durante un año entero. A pesar de ser mayoría, los árabes pierden esta Guerra e Israel agranda su territorio. Los árabes que vivían en la zona de Israel, fueron expulsados de sus hogares y emigraron hacia los países árabes. Otro conflicto surge con esta nueva partición, es la división del territorio palestino en dos, Cisjordania y la franja de gaza.
La “Guerra de los seis días”, se produjo en el año 1967, al terminar esta guerra, Israel se expandió tomando el control de gran parte de Oriente Medio. De esta manera, se forman asentamientos judíos en el lugar del conflicto.
En 1973 inicia la Guerra de Yom Kippur que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel. Esto trajo consecuencias que duran hasta la actualidad. Egipto en 1978 fue el primer país árabe en firmar la paz con Israel. El país árabe recuperó territorio, pero renunció a la franja de Gaza. Prontamente, Jordania también firmó la paz con Israel. Luego de estos tratados, la lucha quedó concentrada entre israelíes y palestinos que perdura hasta el día de hoy. Cabe destacar que Palestina a la fecha, es un Estado reconocido por 139 de los 193 países que forman la ONU. Los asentamientos judíos iniciados en 1967, luego de las posteriores divisiones, quedaron divididos entre el territorio de Cisjordania y el Estado Palestino. Los colonos están protegidos por muros y las fuerzas israelíes. Estos inmigrantes fueron creciendo en población con el pasar del tiempo a costa de los habitantes palestinos, que acusan a Israel de demoler sus casas, expropiar sus tierras y restringir su movimiento. Cabe destacar que para la comunidad internacional, estos asentamientos son ilegales. El tratado de Ginebra, prohíbe que un país traspase su población a un territorio ocupado militarmente. Israel argumenta que esto es una blasfemia, ya que el territorio de Cisjordania no estaba declarado ante su llegada.
Luego de años de “cierta tranquilidad” en el año 2017, el íntimo aliado de Israel (EE.UU.) reconoció en el mandato de Donald Trump a Jerusalén como la capital del Estado de Israel. Con este acto, los rencores surgieron y la escala de violencia se acrecentó.
La solución, sería que se respete el estatus de ciudad sagrada de Jerusalén y que palestinos y judíos se acepten como estados contiguos con legitimidad para conservar y administrar sus territorios. Lamentablemente no creo que pase esto en un lapso breve, porque recordemos que este conflicto lleva décadas y algo que lleva tanto tiempo, no se puede resolver de un día para el otro. Las diferencias existen y van a seguir existiendo siempre. El rencor por el pasado es otro factor importante. El destierro, las muertes y las luchas que se han originado desde hace generaciones atrás, no se olvida de un día para el otro en los pobladores pero en especial los que son más religiosos.
Mi estimado Enzo.
ResponderEliminarEspero que se encuentre muy bien de salud y le este yendo muy bien con sus cosas.
Con respecto al artículo dejeme decirle que gracias a lo que he leído hoy, pude entender este gran conflicto y el por qué de tanto odio, rencor y muertes.
Gracias nuevamente por nutrir mi mente.
Saludos mi estimado.
Espero que Israel puede erradicar el Terrorismo. Hoy es un día de mucho dolor para Israel y para todas las personas de buen corazón en el mundo.
ResponderEliminarTodo lo que hacen bien o mal !
ResponderEliminarRetorna multiplicado !
Son leyes universales !
Los palestinos apoyados x irán pobres y eternamente en guerra, y tienen un pais como Israel, q es uno de los más adelantados del mundo nada más q decir...
ResponderEliminarUna explicación mas clara imposible y encima con una solución sobre la mesa. Genio.
ResponderEliminarExcelente el arte de informar es la clave de todo aprendizaje.
ResponderEliminarEs triste y lamentable lo que está sucediendo hoy en día con estos 2 países gracias por compartir esta historia ya por lo menos ya uno sabe del porque de esta situación tan nefasta y los EEUU todo el tiempo hacer las cosas a su manera Donald Trump no debió meterse en este conflicto
ResponderEliminarPasan los años y la paz para esas personas parece no llegar nunca! Siempre me resultó difícil entender el orígen de tal conflicto hasta que leí tu libro. Lamentablemente, si bien hay sugerencias que podrian dar solución, ninguno esta dispuesto a ceder para el bien común, al menos no aún.
ResponderEliminar