Crisis migratoria latina

Por: Enzo Galimberti.

La migración en Centroamérica y en especial en México y el país receptor de la mayoría de ellos (USA) es un tema muy complejo para tratar. En este artículo, intentaré explicar de la mejor manera posible este fenómeno que se viene desarrollando desde hace años.

Tanto Estados Unidos como México, han sido las naciones elegidas para los migrantes como su destino. Muchos migrantes provenientes de las naciones más pobres de América Central, pasan a pie o por otros medios por México, para llegar al tan anhelado “sueño americano”.

El éxodo masivo de emigrantes se produce en el famoso “Triángulo Norte” en América Central. Este mismo está compuesto por El Salvador, Guatemala y Honduras. También podemos encontrar personas de Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero en una menor medida. Los haitianos huyen por las catástrofes naturales, los cubanos por la crisis económica que persiste desde hace años y nicaragüenses junto con los venezolanos se encuentran bajo gobiernos dictatoriales en los cuales se cometen crímenes de lesa humanidad y si a esto le sumamos crisis económica constante, hambruna, pobreza extrema, baja calidad de vida y problemas para acceder a los servicios básicos como agua y luz, nos encontramos ante un infierno.

En cuanto a la migración en México en estos últimos años, nos hemos encontrado con cambios significativos en los patrones migratorios. Por un lado, las políticas migratorias más estrictas implementadas por el gobierno de Estados Unidos han dificultado el paso de migrantes mexicanos y centroamericanos. Por otro lado, México también ha visto un aumento en el número de migrantes centroamericanos y de otras partes del mundo que llegan al país con la intención de utilizarlo como punto de partida para continuar su viaje hacia Estados Unidos.

El gobierno mexicano ha implementado diversas medidas para gestionar la migración, incluyendo programas de regularización, atención a migrantes vulnerables y esfuerzos de cooperación con otros países de la región. También ha habido un enfoque en abordar las causas estructurales de la migración, como la falta de oportunidades económicas y la violencia, mediante programas de desarrollo en las zonas de origen de los migrantes. A pesar de todos estos esfuerzos para contener la ola migratoria en el país azteca, los migrantes enfrentan serios riesgos como por ejemplo la violencia, explotación laboral, trata de personas, entrada a los carteles de drogas, violencia física y verbal por parte de los pobladores cansados de esta gran ola que según ellos saca trabajo y produce también violencia por parte de los migrantes. A parte de todo esto, la migración tiene un gran impacto social, cultural y económico, tanto para los los migrantes, como así también para las comunidades de origen y destino. Los migrantes pueden contribuir al crecimiento económico y social de los países de destino de varias maneras. Por ejemplo, pueden llenar vacantes en sectores donde hay escasez de trabajadores, aumentar la demanda de bienes y servicios, y contribuir a la innovación y el emprendimiento. Además, pueden tener habilidades y conocimientos que son valiosos para la economía y la sociedad del país de destino.

Como consecuencia de esta grave crisis, en el último encuentro de la Cumbre de las Américas se firmó un pacto migratorio. En el mismo, Estados Unidos prometió ampliar hasta 20.000 su cuota de refugiados de las Américas para 2023 y 2024, con especial prioridad a los procedentes de Haití, mientras que los demás países se comprometieron a facilitar vías legales para recibir a inmigrantes.
Las medidas incluyen que Estados Unidos y Canadá acojan a más trabajadores temporales, de esta forma se proporcionan vías para que las personas de los países más pobres trabajen en los más ricos.

El gobierno estadounidense, se enfrenta a un flujo récord de migrantes ilegales en su frontera sur. Un dato imponente, es que la población hispana en la actualidad, suma un total de 64 millones de personas, cuando la totalidad de habitantes en suelo estadounidense ronda los 382 millones de habitantes, pero eso no es todo. Los hispanos cada día ocupan un porcentaje más grande dentro de la población, tan es así, que los latinos superan a la población afroamericana que en su totalidad cuenta con 45 millones de pobladores. Con todo esto, llegamos a la conclusión que en la actualidad, en el suelo gobernado por Biden, los latinos ocupan el segundo grupo demográfico más importante del país, solo por detrás de la población llamada “blanca” por los estadounidenses. Esto es algo inédito y también histórico para Estados Unidos, como así también que la población africana y la latina juntas están a poco de convertirse en la mitad de la población de esta nación si siguen con estas cifras récords llegando al país.

Tanto los demócratas como los republicanos están tomando nota de todo esto para las próximas elecciones (año 2024), ya que como podemos ver, el voto latino sirve ampliamente. Seguramente en sus discursos y propuestas, sean más flexibles a la hora de tratar la migración latina. Lo que sí se ha visto en las últimas elecciones que fueron ganadas por el demócrata Biden, el voto latino ha girado hacia la derecha (Republicanos). ¿Continuará esta tendencia?