Por: Enzo Galimberti.
Las detenciones masivas de personas, las muertes provocadas a lo largo del trayecto migratorio y un hecho aberrante que sucedió en la Localidad de San Antonio, en la frontera de Texas (USA) con México, donde dentro del remolque de un camión encontraron a más de cuarenta personas fallecidas por asfixia, me hizo reflexionar y escribir este artículo. Año tras año millones de centroamericanos emigran hacia el norte (en especial hacia Estados Unidos) ya cansados de sociedades violentas, desbordadas por la criminalidad, acorraladas por la exclusión y estancadas en la marginalidad. Las principales causas son: la pobreza extrema, la falta de oportunidades laborales, la inseguridad y la violencia. Otros motivos como la inseguridad alimentaria que se produce en un marco de acceso limitado a la protección social, el agotamiento de los recursos naturales y repercusiones adversas de la degradación del medio ambiente y del cambio climático. Ayuda también que Centroamérica esté ubicada geográficamente en una zona donde las grandes tormentas provocan desastres naturales y arrasan con todo lo que encuentra a su alrededor.
El éxodo masivo de emigrantes se produce en el famoso “Triángulo Norte” en América Central. Este mismo está compuesto por El Salvador, Guatemala y Honduras. También podemos encontrar personas de Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero en una menor medida. Los haitianos huyen por las catástrofes naturales, los cubanos por la crisis económica que persiste desde hace años y nicaragüenses junto con los venezolanos se encuentran bajo gobiernos dictatoriales en los cuales se cometen crímenes de lesa humanidad y si a esto le sumamos crisis económica constante, hambruna, pobreza extrema, baja calidad de vida y problemas para acceder a los servicios básicos como agua y luz, nos encontramos ante un infierno.
Como consecuencia de esta grave crisis, en el último encuentro de la Cumbre de las Américas se firmó un pacto migratorio. En el mismo, Estados Unidos prometió ampliar hasta 20.000 su cuota de refugiados de las Américas para 2023 y 2024, con especial prioridad a los procedentes de Haití, mientras que los demás países se comprometieron a facilitar vías legales para recibir a inmigrantes.
Las medidas incluyen que Estados Unidos y Canadá acojan a más trabajadores temporales y proporcionan vías para que las personas de los países más pobres trabajen en los más ricos.
El gobierno estadounidense, que se enfrenta a un flujo récord de migrantes ilegales en su frontera sur, prometió cientos de millones de dólares en ayuda para los migrantes venezolanos en la región.
El 29 de Marzo del 2021, concluí mi artículo “Crisis Migratoria” de la siguiente manera: “A mi forma de ver, el recurso que podría utilizar Biden para solucionar la crisis migratoria proveniente de Centroamérica, es la puesta en marcha de un plan Marshall (programa estadounidense dedicado a la reconversión económica de Europa durante los inicios de la Guerra Fría) masivo para el Triángulo del Norte. De esta forma, disminuirían los inmigrantes hacia Estados Unidos, no complicaría su gestión y ayudaría a personas y países necesitados”. Esto, con la crisis de la pandemia y de los gobiernos cada vez más dictatoriales, abarcaría a más países de Centroamérica.
Creo firmemente que de a poco se empieza y si existiera una forma de Plan Marshall para los centroamericanos, sería de mucha ayuda para los gobiernos y en especial para las miles de personas que desean una vida mejor.
Las detenciones masivas de personas, las muertes provocadas a lo largo del trayecto migratorio y un hecho aberrante que sucedió en la Localidad de San Antonio, en la frontera de Texas (USA) con México, donde dentro del remolque de un camión encontraron a más de cuarenta personas fallecidas por asfixia, me hizo reflexionar y escribir este artículo. Año tras año millones de centroamericanos emigran hacia el norte (en especial hacia Estados Unidos) ya cansados de sociedades violentas, desbordadas por la criminalidad, acorraladas por la exclusión y estancadas en la marginalidad. Las principales causas son: la pobreza extrema, la falta de oportunidades laborales, la inseguridad y la violencia. Otros motivos como la inseguridad alimentaria que se produce en un marco de acceso limitado a la protección social, el agotamiento de los recursos naturales y repercusiones adversas de la degradación del medio ambiente y del cambio climático. Ayuda también que Centroamérica esté ubicada geográficamente en una zona donde las grandes tormentas provocan desastres naturales y arrasan con todo lo que encuentra a su alrededor.
El éxodo masivo de emigrantes se produce en el famoso “Triángulo Norte” en América Central. Este mismo está compuesto por El Salvador, Guatemala y Honduras. También podemos encontrar personas de Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero en una menor medida. Los haitianos huyen por las catástrofes naturales, los cubanos por la crisis económica que persiste desde hace años y nicaragüenses junto con los venezolanos se encuentran bajo gobiernos dictatoriales en los cuales se cometen crímenes de lesa humanidad y si a esto le sumamos crisis económica constante, hambruna, pobreza extrema, baja calidad de vida y problemas para acceder a los servicios básicos como agua y luz, nos encontramos ante un infierno.
Como consecuencia de esta grave crisis, en el último encuentro de la Cumbre de las Américas se firmó un pacto migratorio. En el mismo, Estados Unidos prometió ampliar hasta 20.000 su cuota de refugiados de las Américas para 2023 y 2024, con especial prioridad a los procedentes de Haití, mientras que los demás países se comprometieron a facilitar vías legales para recibir a inmigrantes.
Las medidas incluyen que Estados Unidos y Canadá acojan a más trabajadores temporales y proporcionan vías para que las personas de los países más pobres trabajen en los más ricos.
El gobierno estadounidense, que se enfrenta a un flujo récord de migrantes ilegales en su frontera sur, prometió cientos de millones de dólares en ayuda para los migrantes venezolanos en la región.
El 29 de Marzo del 2021, concluí mi artículo “Crisis Migratoria” de la siguiente manera: “A mi forma de ver, el recurso que podría utilizar Biden para solucionar la crisis migratoria proveniente de Centroamérica, es la puesta en marcha de un plan Marshall (programa estadounidense dedicado a la reconversión económica de Europa durante los inicios de la Guerra Fría) masivo para el Triángulo del Norte. De esta forma, disminuirían los inmigrantes hacia Estados Unidos, no complicaría su gestión y ayudaría a personas y países necesitados”. Esto, con la crisis de la pandemia y de los gobiernos cada vez más dictatoriales, abarcaría a más países de Centroamérica.
Creo firmemente que de a poco se empieza y si existiera una forma de Plan Marshall para los centroamericanos, sería de mucha ayuda para los gobiernos y en especial para las miles de personas que desean una vida mejor.
